La antigua cárcel provincial de Málaga fue testigo de la durísima violencia prácticada por los republicanos durante 1936 contra quienes consideraban sus enemigos en la Guerra Civil, algo que cuenta don Antonio Nadal en su libro sobre la Guerra Civil en Málaga. Los marxistas asesinaron según le autor unas 270 personas en esta Cárcel y a unas 1.100 personas en la ciudad de Málaga entre lo cual se encontraban mujeres, niños y hombres de muy distintas profesiones, desde comerciantes, religiosos, trabajadores a incluso abogados y procuradores. Entre los primeros fusilamientos del 22 de agosto de 1936 se encuentra una niña de siete años cuenta don Antonio Nadal en su libro.
Entre el terror y asesinato impuesto por los marxistas en los ocho meses, muchos fueron con un altísimo nivel crueldad y cobardía como es el caso que explica el libro Antonio Montero “historia de la persecución religiosa en España” de siete indefensos frailes que se hacían cargo de los enfermos del Hospital de San Juan de Dios el 17 de agosto de 1936. De 30 a 40 milicianos de la FAI se llevaron a siete frailes y en la tapia del cementerio de San Rafael, fueron fusilados, seguramente, perdonando a sus asesinos.
Estas víctimas no tienen ningún tipo de reconocimiento ni en la Ley de Memoria histórica de Andalucía, ni por la Junta de Andalucía ni tampoco por el Ayuntamiento de Málaga que si en cambio ha hecho un homenaje a las 4.000 personas fusiladas por los nacionales desde febrero de 1937, de los que buena parte de ellos lo fueron por condenas judiciales a muerte por la comisión de gravísimos delitos de asesinatos, torturas o violaciones.
A las sacas de presos en la Cárcel Provincial Málaga se refiere también Antonio Montero en el libro ya mencionado de la “historia de la persecución religiosa en España” citando a testigos presenciales de las matanzas en la cárcel. Los testimonios son realmente escalofriantes del sufrimiento de los presos y en muchos casos la entereza de los religiosos fusilados. Entre los testimonios más escalofriantes, cabe citar el referente al fusilamiento de ocho mujeres el 24 de septiembre, citando a López Ceiro según la versión que a él leían dos de los actores, Manuel Sandázar y Eduardo Grandi:
“Así mataron la tarde del 24 de septiembre a las ocho mujeres que sacaron. Una de las que iban en el coche le dijo al chófer: Ya sabemos que nos vais a matar; llévanos más adelante, porque aquí hay mucha gente
Así lo hicieron, y una a una las fueron matando. Y decía el chófer, contando esto en la fonda:
Las brujas ellas se ponían de rodillas a rezar con las manos cruzadas antes de matarlas.
Al principio parece que las hicieron sufrir bastante, pues el populacho, sobre todo las mujeres de aquellos barrios, se aglomeraba para saciar sus fieros y bajos instintos. Más adelante, decían, se evitaron aquellos espectáculos de despojar a los cadáveres de sus ropas, de aplastarles los ojos, la boca y saciar su ocio en los muertos. Les pegaban dos, cuatro o seis tiros, y cuando caían al suelo se acercaban y les pegaban en la sien o en el corazón el tiro de gracia. Todo esto lo teníamos que oír en la fonda de boca de los asesinos!.”