El sacerdote español Álvaro Ramos lleva 11 años radicado en Honduras como misionero, y sirve en la parroquia Santa Teresa de Calcuta de la Arquidiócesis de Tegucigalpa. Desde allí ayuda a coordinar la Asociación Cooperación y Esfuerzo que está enfocada en la educación de la población más vulnerable, con 110 proyectos operativos que atienden a unas 15 mil personas en once regiones del país.
En 1992, el sacerdote Patricio Larrosa empezó a ayudar a niños que no podían ir a la escuela en Honduras y les puso como condición que ellos también apoyaran a otras personas. “De esta manera, encendió la mecha de la solidaridad que, como el Evangelio, es como una semilla de mostaza”, explica el padre Álvaro Ramos, misionero español que vive en el país centroamericano hace once años. Esta intuición fue la idea con la que se fundó en 1996 la primera Asociación Cooperación y Esfuerzo en Honduras (ACOES) y con la que continuó desarrollándose la institución.
Fuente: https://www.vaticannews.va/