Desde el año 2013, la Junta ha destinado 12,2 millones de euros en recursos humanos y materiales a este país del que miles de familias se han desplazado buscando refugio
«No veo un futuro para mí. Quizás para mis hijos. Al menos, eso me gustaría. Si un día la situación en Siria mejora, querría volver», dice Amsha sobre su familia, refugiada en Líbano. Ahora que se cumplen diez años desde el inicio de la guerra en Siria, el balance es un país devastado, miles de personas muertas y millones obligadas a dejar sus hogares huyendo del conflicto. La Junta de Andalucía, a través de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), ha destinado de forma ininterrumpida 12,2 millones de euros desde el inicio de la crisis humanitaria con el objetivo de hacer llegar ayuda urgente a la población siria en situación de alta vulnerabilidad.
El compromiso de la comunidad internacional continúa siendo fundamental para la resolución del conflicto y promover la paz en Siria. Por su parte, la AACID, entidad adscrita a la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, va a continuar apoyando y visibilizando la precaria situación en la que se encuentran millones de personas en esta parte del mundo. Para ello, en los próximos meses, se va a dotar con medio millón de euros a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) para actuaciones dirigidas a mejorar la salud de mujeres, niñas y niños sirios, que se desarrollarán durante el próximo año.
Más de 11 millones de personas necesitan ayuda urgente para sobrevivir, 6,7 millones se han visto desplazadas dentro del país y 5,6 millones de sirios y sirias se encuentran refugiadas en países como Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto.
Por ejemplo, diez años de guerra ha convertido Siria en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser niña o adolescente. Según el marcador del Informe Global de Brecha de Género 2020, este país ocupa actualmente el puesto 150 de los 153 países clasificados. Para las mujeres y niñas sirias, el impacto de la crisis ha sido devastador puesto que, en solo una década, las tasas de matrimonio infantil se han multiplicado.
Colaboración con Naciones Unidas
La ayuda humanitaria por parte de la AACID se ha podido llevar a cabo gracias a la colaboración iniciada en 2009 con organismos de las Naciones Unidas. Así, estas actuaciones han estado encaminadas, principalmente, a preservar la salud de madres, niñas y niños hasta 5 años; proteger los derechos básicos de los menores afectados por el conflicto; atender las situaciones de violencia sexual y de género; y proporcionar ayuda de emergencia a personas refugiadas sirias, incluyendo alimentación, refugio y medios de vida básicos.
En concreto, el programa de salud materno infantil a la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo, incluyendo a Siria, se inició en 2009 a través de la UNRWA. Ya en 2013, con el inicio del conflicto, se comenzó a destinar los fondos al territorio sirio en su mayoría debido a las enormes necesidades humanitarias provocadas por la guerra.
Estos programas tienen como objetivo garantizar el derecho a la salud de la población mediante la provisión de servicios de salud primaria; asegurar el acceso a servicios adecuados de planificación familiar; proporcionar atención prenatal y postnatal a miles de mujeres, niños y niñas; y a reforzar los servicios para la prevención de enfermedades y la violencia de género.
Además, a través del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la Agencia Andaluza de Cooperación ha proporcionado ayuda humanitaria a la población siria refugiada en Jordania, Líbano y Grecia, apoyando un total de siete proyectos desde el año 2013. Gracias a estos programas, se ha podido cubrir necesidades básicas mediante la distribución de artículos no alimentarios, mejorar las condiciones de viviendas, garantizar la protección de menores ante la violencia, el abandono, los abusos y la explotación, así como proporcionar atención psicosocial a menores.
Crisis sanitaria por Covid-19
Por otra parte, mediante el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en la actualidad se trabaja en un proyecto iniciado en 2021 para mejorar la capacidad de resiliencia y la protección de familias afectadas por el conflicto en Siria, adaptado a la actual situación de crisis sanitaria provocada por el Covid-19.
Asimismo, se está desarrollando un proyecto con UNRWA que tiene como objetivo que personas refugiadas de Palestina en Siria tengan acceso a servicios adecuados de salud materno-infantil. Gracias a esta contribución, hay 25 clínicas en funcionamiento en las que, además de sus servicios habituales y ante la situación sobrevenida del Covid-19, se están realizando pruebas diagnósticas, se ha reforzado los laboratorios y se ha dotado de artículos de protección para reducir el riesgo de transmisión.
Desgraciadamente, el conflicto no ha terminado tras todos estos años y la situación continúa siendo extremadamente crítica para la población de Siria. A lo que se ha unido el grave impacto de la pandemia por Covid-19.
Fuente: www.juntadeandalucia.es