Cuatro asociaciones filosóficas publican un manifiesto para un diálogo abierto con el fin de promover los derechos de la persona, incluso en casos de enfermedad incurable
Lo incurable desde el punto de vista médico-científico no puede ni debe hipotecar la esperanza de recibir un sacrosanto derecho a la asistencia, a los cuidados y a la curación». Es lo que se lee en el el Manifiesto interasociativo firmado por el Centro Italiano de Investigaciones Fenomenológicas, Asociación Personalcentro, la Asociación Italiana Edith Stein y la Fundación Luigi Stefanini a raíz del caso de Indi Gregory, la niña inglesa de 8 meses aquejada de una enfermedad incurable, que murió el pasado 13 de noviembre en el Reino Unido tras la desconexión de la maquinaria que la mantenía con vida.
Proteger el derecho natural a la vida
«La persona», prosigue el documento, «incluso en condiciones consideradas incurables, conserva su dignidad ontológica y espiritual y sigue siendo siempre el ‘fundamento’ del derecho. Por tanto, la protección del derecho natural a la vida de la ‘persona’ constituye el criterio de cualquier juicio deliberativo en el ámbito legislativo y ningún órgano del Estado puede violarlo, ni siquiera en nombre del llamado interés superior», un principio «de clara derivación utilitarista» y «demasiado débil para salvaguardar el bien incondicionado que es la vida de la persona», sobre todo si entra en conflicto con la voluntad de los padres.
El peligro de la cultura del descarte
El manifiesto hace hincapié en la necesidad de proteger la dignidad de la persona enferma, independientemente de su estado de salud. Aborda una serie de cuestiones éticas y filosóficas, subrayando la importancia de preservar la vida y adoptar una perspectiva ontológica y axiológica del ser humano. A continuación, subraya el peligro de la cultura del descarte que, denunciada reiteradamente por el Papa Francisco, en las sociedades más avanzadas, tiende a considerar las vidas débiles como una carga social, promoviendo un enfoque reductivo en la definición de persona.l
Evitar simplificaciones
El documento recuerda la necesidad de ofrecer cuidados y asistencia a todo individuo, incluso cuando padezca enfermedades consideradas incurables, rechazando la idea de que la falta de conciencia de sí mismo pueda determinar el derecho a la vida. «Conscientes de la compleja e inextricable vastedad de las cuestiones que afectan a los centros neurálgicos del entendimiento humano y al sentido profundo del ser-en-el-mundo», declaran las cuatro asociaciones firmantes, «afirmamos nuestra firme voluntad de seguir el camino de un enfoque inter y transdisciplinar que se oponga a la adopción de criterios reductivistas, marcados por las simplificaciones y expuestos a una instrumentalización ilegítima».
Por un diálogo abierto
Entre los deseos figuran la difusión de información y el perfeccionamiento de buenas prácticas como los cuidados paliativos, la atención personalizada a los pacientes y sus familias, la urgencia de apoyar la vida de todo individuo frágil y reafirmar el valor intrínseco de toda persona, independientemente de su estado de salud, y la necesidad de prestar un apoyo constante a las familias de los enfermos, especialmente en momentos de duelo y luto. El tema del manifiesto, se subraya, va más allá del contexto específico del caso de Indi Gregory y, al fomentar un diálogo abierto, se propone como base para un debate más amplio sobre la responsabilidad social y el respeto a toda persona en situación de fragilidad y vulnerabilidad.
Fuente: https://www.vaticannews.va