Las más de 1,5 millones de visitas recibidas en la última década respaldan la consolidación de un proyecto que ha permitido la dinamización social, cultural y económica de su entorno a través de la apuesta decidida por una programación expositiva de primer nivel y de creación propia y de un cuidado programa de Educación y Acción cultural innovador y abierto a las necesidades de un público diverso.
El Museo Carmen Thyssen Málaga celebra hoy, 24 de marzo, su décimo aniversario haciendo balance de una década de intensa actividad, en la que la institución ha construido un ambicioso proyecto, nacido del feliz acuerdo entre la colección Carmen Thyssen y el Ayuntamiento de Málaga, y que hoy se ve a sí mismo como referente inexcusable en esta ciudad de museos, por su personalidad única y singular.
El punto de partida y centro de su oferta cultural ha sido y es una colección de casi 300 obras de arte español que recorre un largo siglo, desde el romanticismo de comienzos del XIX, hasta la antesala de la vanguardia, en las primeras décadas del XX, dando especial protagonismo a artistas y temáticas andaluzas y donde destacan nombres como Fortuny, Sorolla, Romero de Torres, Zuloaga o Zurbarán, en el pequeño apartado que el museo dedica también al arte antiguo. Sin embargo, en estos diez años el Museo ha buscado ampliar y enriquecer su colección permanente, reforzando su idiosincrasia, con una apuesta decidida por unos contenidos y una gestión propios y diferenciados.
Así, como rememora Javier Ferrer, gerente del Museo, «el Museo ha superado con creces el objetivo inicial, que supuso entonces un revulsivo para la ciudad, por su instalación en una zona hoy convertida ya en eje comercial y cultural, gracias al papel protagonista del Museo en su entorno inmediato». Con una media anual de 160.000 visitantes, un programa de colaboración activa con los establecimientos comerciales del barrio y con colectivos de otros distritos de la ciudad, una red de patrocinadores que han permitido incrementar cada año la actividad, una programación de eventos y actividades culturales para todo tipo de públicos, y un extenso colectivo de Amigos del Museo, dice Ferrer «hemos proyectado nuestra vocación de servicio más allá de nuestro límites físicos, en toda la ciudad, en la provincia y a nivel nacional, con campañas de publicidad y difusión en medios muy variados y de largo alcance (cartelería urbana, medios de comunicación, nuestra web, redes sociales…) y con la vista puesta en que nuestra marca propia, la del Museo Carmen Thyssen Málaga, sea asimilada a una potente apuesta por la cultura en Málaga».
Por su lado, a la colección cedida en préstamo gratuito por la baronesa Carmen Thyssen, destaca Lourdes Moreno, directora artística, cómo el Museo ha añadido otros atractivos para el más de un millón y medio de visitantes que han pasado por sus salas en este período: «uno de los puntos fuertes del Museo es, junto a su valiosa colección de arte español, la programación expositiva, con varias citas anuales y que ha ido incrementando sus contenidos, cualitativa y cuantitativamente, siempre bajo la premisa de proyectos originales y propios, en los que hemos contado también con la colaboración de comisarios externos, de diversos ámbitos como la universidad u otros museos. Asimismo, la línea editorial propia, con catálogos de todas las exposiciones y otras publicaciones, ha marcado una trayectoria muy sólida».
A su protagonismo en la oferta cultural y turística de la ciudad, el Museo Carmen Thyssen ha aportado, asimismo, una atención a públicos diversos, pues, como reseña el alcalde Francisco de la Torre: «junto a los proyectos expositivos y la magnífica colección que nos ha cedido la baronesa Carmen Thyssen, el Museo ha sabido cumplir un destacado papel social, a través de un programa educativo que ha atendido a públicos muy variados, desde centros educativos a colectivos en riesgo de exclusión o con necesidades especiales, luchando por el acceso universal al arte y la cultura». Los más de 60.000 participantes de los programas anuales del equipo de Educación, que aplican una pedagogía propia y buscan atraer nuevos públicos y consolidar su compromiso con la accesibilidad y la diversidad, dan testimonio de la buena acogida de las propuestas que cada año se amplían con nuevas actividades y nuevos objetivos, principalmente para la comunidad local. En este sentido, destaca la reciente incorporación de proyectos artísticos multidisciplinares con creadores malagueños.
En la larga lista de implicados en esta década de un proyecto propio y compartido la baronesa Carmen Thyssen ha estado muy presente: «He vivido con emoción estos diez años intensos del Museo, en los que cada nuevo proyecto y cada nueva cita con nuestro público han supuesto una oportunidad para compartir mi pasión por el arte. Recuerdo bien la ilusión con la que comenzamos nuestra andadura, gracias a la inestimable colaboración del alcalde Francisco de la Torre. Y volviendo ahora la vista atrás, estoy convencida de que las expectativas iniciales se han superado. En este tiempo, hemos conseguido dotar al Museo de una personalidad propia, única y singular, entre los museos malagueños y españoles. Mi colección de arte español y andaluz no ha podido encontrar mejor lugar para ser disfrutada por todos. Y todas las exposiciones y actividades que la han acompañado y enriquecido en esta década han reforzado el papel del museo como centro de referencia cultural en la ciudad de Málaga. Me siento muy honrada y agradecida de haber podido compartir estos años tan maravillosos con todos nuestros visitantes, colaboradores, amigos y con el equipo del Museo. Estoy segura de que solo han sido la primera parte de un camino en el que nos aguardan aun muchas satisfacciones y éxitos».
Han sido, en definitiva, diez años de un proyecto compartido por muchos agentes, desde los propios visitantes, al equipo del Museo, a sus patronos, patrocinadores, amigos, prestadores, colectivos sociales, centros educativos y una larga lista de colaboradores y proveedores, donde lo local ha estado muy presente, tratando de revertir los esfuerzos colectivos en la dinamización social, cultural y económica de su entorno inmediato, desde todas las áreas de actividad del Museo. En este tiempo, el Museo está satisfecho de haberse convertido en un espacio de generación y difusión de cultura, de reflexión, de diálogo, de aprendizaje y disfrute, abierto a todos y con el propósito de futuro de seguir creciendo y ampliando sus horizontes y públicos.
Fuente: www.malaga.eu