En los próximos días, todas las instituciones en las que VOX tiene representación, Congreso, Senado, parlamentos autonómicos y ayuntamientos, recibirán una Declaración Institucional para que los partidos condenen oficialmente los actos violentos y agresiones que vienen padeciendo los asistentes a los actos de VOX a lo largo de la campaña de las elecciones catalanas.
La violencia que viene padeciendo VOX está impidiendo que se realicen con normalidad los actos de campaña y uno de las momentos más importantes de cualquier democracia, que son los procesos electorales. Los dirigentes políticos y los asistentes a los actos han sufrido agresiones, lanzamiento de objetos, daños en los vehículos, destrucción del material técnico y de propaganda. Una circunstancia incompatible con el desarrollo de unas elecciones libres en un país democrático.
El texto que se propondrá solicitará la “más firme condena de todas las agresiones, amenazas y coacciones perpetradas por los enemigos de la democracia contra el partido VOX, e insta al Gobierno de la Nación a que exija a los responsables legales de mantener el orden en Cataluña a que pongan todos los medios necesarios para impedirlas, llevando ante los tribunales a quienes protagonicen los ataques, y garantizando el libre desarrollo de los actos políticos de campaña que restan, así como el libre ejercicio del derecho de voto el próximo 14 de febrero”.
Es evidente que uno de los elementos esenciales de cualquier democracia es el principio de soberanía popular, por lo que los partidos democráticos están en la obligación y el deber de demostrarlo con una firme condena a estos actos violentos que está sufriendo un partido, sus votantes y simpatizantes. Y por otro lado, el no condenar tales actos tan antidemocráticos sólo puede ser una muestra de las carencias democráticas de los partidos que así se posicionen.